Malinterpretamos la ‘’batalla cultural’’

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Por: Franco Vallejos Torres (*) 

«Abandonamos el barco que nos estaba llevando en buen camino, para darle todas las jerarquías juntas al capitán’’.

El liberalismo argentino está en boca de todos y es una cuestión que deberíamos abordar con la frialdad que se merece. Encontrarnos en esta situación cultural que nos lleva a discutir el privilegio de la casta política o el desarrollo económico potable de un país, no la convierte en una cuestión política causada por los partidos liberales que están participando en las legislativas actuales. Se debe a un trabajo que empezó con preguntas como: ¿Cuántos impuestos hay? ¿Por qué hay más cheques estatales que trabajo en blanco? ¿Por qué un político cobra más que un inversor privado? Este tipo de preguntas que se han contestado gracias a la aparición de diferentes especialistas en la economía, o más bien, han hecho que la gente aprenda a buscar las fuentes teóricas que habían resuelto esto hace tiempo.

Con el recorrer de los días y casi sin darnos cuenta, abandonamos la discusión de ideas y la convertimos en una verdadera batalla cultural y podemos agregar, casi con seguridad, que caímos en el llamado Culto a la personalidad y dejamos de lado la educación con la que tantos resultados (lentos pero seguros) estábamos obteniendo en la opinión pública por la militancia política al mejor estilo de un barrabrava. ¿Estoy diciendo que la política no es el camino? Lo dejo en la opinión del lector.

Ricardo Manuel Rojas, abogado y doctor en Historia Económica escribió en un artículo para el portal web de infobae que “batalla cultural” supone, a mi juicio, la formulación de una contradicción en términos. La cultura es la síntesis de un intercambio evolutivo entre personas, que afirman ciertos valores y están dispuestas a modificar otros, a través de decisiones voluntarias por las cuáles procuran una mejor forma de convivencia que les permita alcanzar sus propias metas. Las culturas evolucionan y crecen cuando las personas sintetizan valores en formas novedosas, tras una discusión abierta y sin coacción.  Estamos intentando asesinar a una cultura que no nos gusta para reemplazarla por la que creemos ‘’ideal’’, nada más alejado del liberalismo.

La cultura debe ser entendida como un orden espontaneo y no como un fin deliberado. La cultura es el resultado provisorio que se da a través de la evolución cultural dada por la libre asociación y elección de los individuos. Además el foco no está en combatir al socialismo/comunismo o al oficialismo, sino al estatismo. La cultura argentina no es un producto de los OE sino por una interferencia clara en el accionar de los individuos. El país tiene 7,5 millones de empleados registrados, 23 millones de planes sociales que mantener;  tenemos un país donde de cada 100 pesos que gana el privado debe pagar 106 al estado, donde la inseguridad abunda en cada punto de la argentina y, a mi juicio, lo peor que puede tener  un país es creer que las leyes pueden tener fines deliberados solo porque ‘’benefician’’ directamente al ciudadano (Ley de alquileres por ejemplo) sin especificar que ese tipo de políticas benefician a unos y perjudican a otros. Las señales y preocupaciones están tan erráticas por las decisiones de los burócratas que terminan moldeando como plastilina todo el conjunto de la sociedad porque justamente, no existe una contraparte dispuesta al debate sino a la imposición.

Si queremos avanzar debemos cambiar el foco de la discusión en vez de imponer nuestras cosmovisiones. El debate no debe darse solo en el marco económico (entendiendo que es nuestra máxima preocupación), sino en todos los espacios y temas posibles. La perspectiva liberal se ha quedado en el economicismo y ha abandonado la filosofía o las artes.  La cultura es cosa muy distinta. Es organización, disciplina del Yo interior, apoderamiento de la personalidad propia, conquista de superior conciencia por la cual se llega a comprender el valor histórico que uno tiene, su función en la vida, sus derechos y sus deberes.

Aun no entendimos a Gramsci.

(*) Franco Vallejos Torres

Empleado de comercio exterior y Conductor de radio

Celular: +54 9 2966 27-4954

E-mail: franco.vallejostorres9@gmail.com

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