Por: Florencia Ravelo Niglia (*)

Tras el estruendoso fracaso electoral que sufrió el Frente de Todos a lo largo y ancho del país el pasado 12 de septiembre, el gobierno decidió hacer uso de la aplicación Mi Argentina para divulgar diversas declaraciones del presidente que iban rotando cada cierta cantidad de tiempo al refrescar la página, utilizando así a la herramienta oficial de manera proselitista.

Pero más allá de la flagrante inmoralidad del suceso, es indispensable explicar la diferencia entre Estado y Gobierno para advertir más acabadamente lo inadmisible del hecho. En efecto, si bien ambos conceptos están relacionados, son distintos.

El Estado por definición es un conjunto de instituciones que poseen el monopolio del poder (y de la legítima violencia) como instrumento de dominación por sobre un determinado territorio, y es independiente del Gobierno. Este último, por su parte, es la autoridad dirigente de una unidad política que tiene como fin administrar y controlar las instituciones estatales, pero tal control es temporal. Esto, quiere decir que mientras el Estado prevalece, el gobierno cambia según las circunstancias políticas y tras cada elección. En el caso nuestro, el gobierno actual es el de Alberto Fernández (presidente) y Cristina Fernández de Kirchner (vicepresidente), sin embargo, la estructura estatal sigue siendo la misma que cuando, por ejemplo, gobernaba Mauricio Macri (presidente) con Gabriela Michetti (vicepresidente).

Hecha la aclaración y diferenciación de los términos, es importante tener en claro que Mi Argentina es una herramienta digital oficial que fue creada con el objetivo de facilitar la realización de todos los trámites y servicios con el Estado Argentino, no con fines partidarios ni políticos, por lo tanto, no corresponde, bajo ningún punto de vista, utilizarlo en favor del gobierno de turno.

Esto se dio a conocer en las redes sociales, gracias a que miles de usuarios comenzaron a criticar y reprochar el hecho de que el gobierno nacional estaba utilizando una aplicación institucional de servicios para la ciudadanía para hacer proselitismo barato. Es importante tener en cuenta este tipo de comportamientos impropios para una futura elección, y para también exigir y garantizar un buen funcionamiento de las instituciones argentinas.

(*) Florencia Ravelo Niglia

Estudiante de Ciencia Política y Relaciones Internacionales.