Por: Cecilia Leguizamón
Nicolás Remigio Aurelio Avellaneda nació en San Miguel de Tucumán el 3 de Octubre de 1837.
Hijo de padre político y hermano de legislador, su vida como político se mostraba favorablemente encaminada.
De adolescente inició la carrera de Derecho en Córdoba, luego comenzó sus primeros pasos en el periodismo colaborando en un diario de la plata para luego fundar uno propio, pero por lo que más lo recordamos es por su larga carrera política y su constante lucha por la educación.
Inició siendo profesor de economía política, en 1865 publica su obra “Estudio sobre las leyes de tierras públicas”, luego es electo diputado por Buenos Aires, pero debe dejar al poco tiempo para ser Ministro del Gobierno de la Provincia, durante el mandato de Alsina, con tan solo 28 años.
En 1868 con Sarmiento como presidente es elegido Ministro de Justicia e instrucción pública, donde llevó a cabo un plan de alfabetización que dejó centenares de escuelas primarias, decenas de escuelas normales y colegios nacionales en todo el país.
En 1874 con tan sólo 38 años es elegido presidente, siendo así, el presidente más joven hasta la actualidad.
En 1876 promueve la Ley de Inmigración, atrayendo poblado europeo para el país, asegurándoles alojo y trabajo.
A su vez supo enfrentar la crisis económica dejada por la presidencia de Sarmiento, de la cual supo recuperar a la Nación a través de la baja del gasto público y dando fin a la convertibilidad.
En 1878 con Roca como ministro de Guerra se lleva a cabo la “Conquista del Desierto” la cual logra obtener territorio nacional que hoy es Pampa y Patagonia, reivindicando así la soberanía sobre tierras argentinas, finalizando con su mandato la época de “Las presidencias históricas” dirigidas a obtener la organización del territorio nacional.
Al finalizar su mandato manda una ley en busca de la federalización del territorio bonaerense, pero esto da malas reacciones del Gobernador Carlos Tejedor y enfrenta batalla, siendo finalmente derrotado por tropas lideradas por Roca, también defensor del federalismo, consiguiendo así su promulgación en 1880.
En 1882 es elegido Senador por su provincia natal, donde consigue la promulgación de la Ley Universitaria que da reconocimiento a la autonomía de las universidades nacionales.
A sus 48 años fallece, debido a una enfermedad que afectaba sus riñones, en un estado tan grave que no hubo tratamiento que lo salvara, diciendo así adiós a la tierra por la que tanto dio.
Avellaneda fue un intelectual que de joven y con gran capacidad ha sabido sobrellevar problemas que pesaban enormemente en nuestra nación, marcando huellas que hasta el día de hoy son bien recordadas, noble de un hombre que dedicó su vida por una Argentina grande, desarrollada y próspera.
Cecilia Leguizamón
Fundación Club de la Libertad