No es la economía, estúpido.

El retorno del partido populista al gobierno argentino marca un retroceso muy significativo. Esto se inscribe en un delicado momento para toda la región. Están en juego valores muy importantes que incluyen aspectos fundamentales de nuestro modo de vida. Se encuentran nuevamente amenazadas nuestra plena libertad, propiedad y la subsistencia en una sociedad organizada. Todo ello resulta de por sí muy preocupante, pero en el caso argentino, existe un agravante. La mayoría de nuestra sociedad ha decidido soslayar los mínimos principios éticos que deben exigirse a un gobernante.

El retorno al binomio presidencial electo de Cristina Fernández de Kirchner, como vicepresidente, marca un hecho inexplicable en una sociedad republicana. Los argentinos han decido reinstalar al grupo dominante más corrupto de la reciente historia nacional y hacer oídos sordos a las evidencias que así lo demuestran. Mucho se habla del peso de la situación económica en todo este proceso, pero la realidad es que se ha reabierto la puerta del poder a personas pendientes de juicio y eventual castigo. Desde la época del “roban pero hacen” hasta el sistema organizado de delitos durante la década K, el sistema institucional y social que debe sostener a la Republica se ha deteriorado progresivamente. No se trata entonces solamente de economía, no seamos estúpidos.

Carlos Moratorio, director de la fundacion Club de la Libertad


Deja una respuesta