En la última sesión del Foro Económico Mundial en Davos a Greta Thunberg no le fue bien. Tras su ponencia y mensaje alarmista, varios asistentes y panelistas reaccionaron en su contra. Los primeros en hacerlo fueron Steven Mnuchin y Wilbur Ross. Estos funcionarios estadounidenses de alto nivel le recomendaron públicamente a Greta que primero fuera a estudiar economía y luego volviera a decirles qué deberían hacer. El siguiente en hacerlo fue Niall Ferguson, doctor en Historia y profesor del Hoover Institute, de la Universidad de Stanford. Junto con Ferguson estuvo John Cochrane, economista de la misma institución e investigador adjunto del Instituto Cato.

Ferguson en un tweet dijo lo siguiente, en clara referencia a Greta Thunberg. «¿Cuando Greta Thunberg va a reconocer explícitamente que por lejos el gran culpable es China, quien firmó el Acuerdo de París pero sigue construyendo a la semana un centro energético basado en carbón? China es el responsable del 60% del incremento de las emisiones de globales de CO2 desde que Greta nació». Con estos datos hizo alusión a aquellos que registra la Administración de Información Energética de Estados Unidos y que utilizó Cochrane en su columna ‘Climate Clarity‘ para criticar las políticas climáticas en Occidente.

Y esto no está tan alejado de la realidad. De las tantas cosas a las que Thunberg le da la espalda (y que ya expuse en un artículo anterior) es que le llora a quien no debería llorarle. China consume más energía que Canadá, Estados Unidos y toda la Unión Europea siendo un sólo país. India ha sido el segundo país a nivel mundial que mayor aumento de emisiones de CO2 ha tenido desde 2005. A esto, Coachrane le denomina «el elefante en la habitación», pues es una metáfora a algo que no se puede invisibilizar.

Por eso, Ferguson —Davos Man— señaló su flagrante y visible hipocresía. El historiador dijo: «Mientras Greta viaja a Davos y Nueva York, no la veo en Beijing o Delhi». La última pregunta que nos queda sería si Thunberg le responderá a Ferguson, y si llegará a increpar a los políticos de países de Oriente Medio y Asia del Sur… Ya sabemos, pues, si despotricará contra los mayores culpable del problema que ella misma reivindica a cada rato.

fuente: MÁs Libertad