La ‘reforma agraria’ que va en contra de la racionalidad

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La situación económica argentina está marcada por la pérdida del poder adquisitivo del dinero, lo cual genera un marco complejo para el correcto funcionamiento de las empresas, además de dificultar el consumo por parte de los ciudadanos del país. Después de los resultados de las elecciones primarias, este impuesto que no permite el progreso, ni el ascenso social de los más vulnerables, dio un aspecto más para que la oposición pueda manifestar sus molestias.

En cuanto a estas distintas posiciones manifestadas por el sector político que se expresa como «anti-Macri», se destacó en el último tiempo la figura de Juan Grabois, el titular de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP). Este, propuso una reforma agraria en un video de Facebook Live y generó polémica en redes sociales donde cosechó críticas bajo la etiqueta #VienenPorLoTuyo.

«En Argentina, solo el 2% de los productores concentran el 50% de la tierra productiva. Mientras que los pequeños productores, es decir, los chacareros, solo tienen el 17%. Tenemos una estructura agraria concentrada y regresiva», detalló Grabois. En este sentido, el dirigente decidió ponerse en contra del sector que más riqueza genera en la República Argentina, debido a la cantidad de empleos que genera, y los fondos que son destinados para el aparato estatal.

«Grabois pide Reforma Agraria y exige que en la Argentina nadie puede tener más de 5000 hectáreas. Esto es desconocer por completo la propiedad privada y pasar a un mundo muy parecido al soviético que fracasó estrepitosamente», describió el economista Miguel Boggiano. «En 12 años aprendimos que Los K actúan así. Uno propone la JNG Otro la reforma agraria Y viene AF con la ‘fórmula conciliadora’. Tipo de cambio desdoblado e impuesto Tierra libre de mejoras», expresó en sus redes sociales, Gustavo Lazzari.

A partir de 1927 Stalin llevó a cabo una colectivización en el sector agrícola de la Unión Soviética. El objetivo era hacer que las tierras y la mano de obra pasaran a granjas colectivas llamadas koljoses. Los campesinos no recibían ningún salario, más bien se les dejaba un pedacito de lo que producían para cubrir sus necesidades. El objetivo de Stalin con la colectivización era aumentar la producción de alimentos, ya que el proceso de industrialización implicaba una mayor demanda.

Stalin bautizo este proceso como «El año de la Gran Ruptura» y lo pensó como un momento de suma importancia para lograr una propaganda que haga crecer al régimen. En este sentido, las comunidades de campesinos trabajarían en un contexto de felicidad y armonía para el beneficio del Estado. Sin embargo, la idea salió mal, cuando la confiscación forzada llevó a que haya motines y represiones sangrientas por parte del Gobierno soviéticos. Por otro lado, también, entre 1932 y 1933 hubo una gran hambruna que acabó con la vida de ocho millones de personas.

Con esta pieza histórica se evidencia la falta de conocimiento que posee el titular de la CTEP, ya que, las reformas agrarias no funcionaron jamás. Debido a que también se intentaron implementar en China, Zimbabue, México, el salvador y en Chile, lugares que fueron escenarios de un fracaso en términos de objetivo planteados por la administración de cada región.

El campo siempre tiene un papel de suma importancia para la región, y es increíble notar la ignorancia de esto en algunos sectores de la sociedad, los cuales culpan al sector agroindustrial de ser parte del decaimiento del país, cuando, en realidad, debe ser parte de una salvación. En esta línea, algunos «rompieron silo bolsas en varias localidades haciéndole perder miles de pesos a los productores», había comentado el economista Manuel Adorni.

Hay que tener en cuenta que el campo en Argentina genera el 60% de las divisas, 350.000 trabajos directos, 1,5 millones de trabajos indirectos y son responsables del 70% de las exportaciones. Así, para que la agricultura prospere se le debe garantizar el derecho de propiedad, alentando mayores inversiones a largo plazo, además de sumar en materia de investigación y aplicación de las últimas técnicas.

Walter Sebastián Parry. Periodista y redactor.

Coordinador de sector Audiovisual del Club de la Libertad.

 

 

 

 

 

 

 

 

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