Por: Tabatha Barrera Carlini (*)
Si sos politólogo, o escuchaste a uno, seguramente hayas oído frases como “vacío de poder”, gobernabilidad, crisis de representación, crisis institucional, entre muchas otras, pero ¿qué significan todas estas cosas? ¿Y por qué son importantes para el día de la fecha?
Primero lo primero, los hechos. En la argentina venimos de un año, o unos años, con problemas financieros y económicos que cada vez se acentúan mas, el 12 de septiembre, fueron las elecciones PASO 2021 de legisladores donde el oficialismo perdió en muchas provincias contra la oposicion. El día de ayer, 15 de septiembre, día mundial de la democracia y cumpleaños de Fernando De La Rúa, expresidente argentino, 12 funcionarios políticos pusieron a disposición sus renuncias ante el presidente, Alberto Fernández. Los funcionarios son los siguientes: Wado de Pedro, Ministro del Interior; Roberto Salvarezza, Ministro de Ciencia y Tecnología; Tristan Bauer, Ministro de Cultura; Martin Soria, Ministro de Justicia; Juan Cabandie, Ministro de Medioambiente; Luana Volnovivh, Titular del PAMI; Pablo Ceriani, Presidente de Aerolíneas; Fernando Raverta, Titular del ANSES; Paula Español, Secretaria de Comercio; Jorge Ferraresi, Ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat; Gabriel Katopodi, Ministro de Obras Públicas; y Victoria Donda, Presidente del INADI.
Un vacío de poder, por definición es cuando hay ausencia en un gobierno, esta puede ser física, es decir, la renuncia de un gobernante, o puede ser metafórica, cuando se debilita la figura de poder; esta última, también puede ser por diversas cuestiones. Puede ser por el debilitamiento real, por el fortalecimiento de un grupo opositor o por un equilibrio frágil entre distintos grupos en pugna.
Al comienzo de las elecciones 2019, muchos afirmamos que la unión de todo el peronismo en un frente iba a causar problemas a futuro. Hoy es simplemente el resultado de eso. En estos últimos dos años hemos notado cómo ha habido un equilibrio frágil entre esta coalición, la cual presenta grupos en pugna por el poder.
A su vez, estas últimas elecciones, las PASO, demostraron diversas cosas, por un lado, un debilitamiento del gobierno en cuanto a la representación y con ello, su gobernabilidad. Algunos podrían afirmar que, por el contrario, no se debilito el FDT, sino que se fortaleció la oposicion. Pero nadie puede negar que hay una crisis de representatividad. Se demostró un fuerte disgusto en la sociedad. Y, por último, se demostró un disgusto dentro del partido en cuanto a las elecciones del presidente de mantener el gabinete intacto.
Pero, ¿qué significa tener una crisis de representatividad? Es una crisis democrática, que se produce cuando la sociedad no se siente conforme con los políticos, o las políticas adoptadas por estos. ¿Por qué afirmo que en las elecciones se denotó esto? Debido a que la gente, luego de dos años, cambió rotundamente de parecer, votando al Macrismo.
Tranquilamente se puede afirmar que, debido a la evolución tecnológica, que puso en jaque a muchas instituciones, la politica está sufriendo una crisis de representatividad. De hecho, Augusto Salvatto lo afirma en el libro que escribió con su hermano “La Batalla del Futuro”, donde plantea que es simplemente una consecuencia de que la población ya no quiere la politica vieja, quiere una nueva forma de hacer politica.
Otro concepto que quedó en el camino, es la gobernabilidad. La gobernabilidad es la capacidad que tiene un gobernante de llevar a cabo sus políticas públicas. Cuanto más apoyo, mas posibilidad tiene el gobierno de hacer lo que le plazca, o le parezca más acertado para la sociedad. Cuantos menos afiliados a su pensamiento tengan en las diferentes cámaras, menos podrán llevar a cabo, menos podrán hacer, y eso lograron las elecciones de septiembre.
Por último, nos encontramos con las crisis institucionales. Una crisis institucional es cuando la crisis de representatividad, la poca gobernabilidad de un dirigente, y un vacío de poder, se ponen de acuerdo, y voltean a un gobierno. Con esto no estoy afirmando que el futuro del pais es el caos, ni el fin del gobierno. Un ejemplo claro de esto es el 2001. Muchos politólogos afirman que este hecho puede ser llamado “golpe blando”, ¿Qué significa esto? Cuando un gobierno es volteado por un golpe, pero no es militar, sino político, es decir, en criollo, hacerle la cama a alguien. En lo personal, yo me acoplo a esta creencia.
En el 2001 fue un problema que tuvo el presidente con el vicepresidente, que terminó en la renuncia del segundo, lo cual causó un efecto en cadena, que resultó en la huida del presidente en helicóptero y los 5 presidentes en una semana. Pero esa fue simplemente la gota que colmó el vaso, también habia crisis económica, financiera e institucional. La última, como dije anteriormente, se caracteriza por tener muchos componentes.
Lo que está pasando el día de hoy tiene muchas lecturas. Algunos dirán que Cristina Fernández de Kirchner es un animal político, una genia; otros dirán que es para victimizarlo a Alberto, para mejorar sus probabilidades en las elecciones de noviembre; otros dirán que es para esperar a ver qué hace la oposicion. Para mí, es más simple, es la primera vista, pero más complejo a la hora de analizar. Yo creo que es una crisis institucional, que puede, o no, voltear al gobierno, dependiendo de lo que pase en las próximas horas, o los próximos días. Es el conjunto de todo lo anteriormente mencionado, una crisis de representatividad, sumada a la falta de gobernabilidad, en conjunto a un debilitamiento del gobierno, y ahí es donde se ve lo complejo del analisis, que se pueden producir errores. ¿Y si hicimos una lectura equivocada, y no es falta de representatividad, sino que es un problema electoral simplemente? Solo el tiempo lo confirmará.
(*) Tabatha Barrera Carlini
Estudiante de Tercer año de Relaciones Internacionales en la Universidad Abierta Interamericana.
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