SISTEMAS PREVISIONALES

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LA SALUD
LA INCREÍBLE OLA QUE SE NOS VIENE ENCIMA

Por Vicente E. Guerrero

Los nuevos dilemas y conflictos que enfrentamos en el universo de la política actual está en el Sistema Previsional, que conducen a una necesaria discusión de los valores básicos que lo componen y que se deben confrontar con decisión y coraje para enfrentar los problemas y buscar una solución o un atajo que evite o minimice el conflicto social inevitable, la increíble ola que se nos viene encima.

El Sistema previsional no escapa al conflicto socio-político existente y como en otros tiempos, debemos confrontar nuevas concepciones, además, con la carga histórica que transportamos, asumir las nuevas proposiciones que indudablemente generarán nuevos imperativos, nuevas esperanzas y nuevas utopías. En definitiva, enfrentarnos a dilemas ya que en la sociedad hay conflictos porque hay posiciones diversas, es decir, varias opciones frente a un mismo problema.


Para generar las nuevas concepciones necesitamos con urgencia que una generación con una formación lucidamente clara, con conocimientos claros de nivel profesional y de educación sólida surgida de ambientes académicos, recupere su protagonismo, ya que se deberá defender la unidad fecunda contra la estéril uniformidad, la ausencia de esta unidad fecunda de conocimientos es la causa de la agonía de la
sensibilidad democrática.


Surge indudablemente la pregunta: ¿PARA QUÉ SIRVE LA CIENCIA O LA EDUCACIÓN?. Sirve para aspirar a un futuro mejor y más democrático, desarrollar la capacidad crítica y acceder a la participación pública de la gestión de los saberes y poderes que gobiernan. Pero es “vital” un “entorno amigable” donde llevar la controversia hasta los límites extremos que nos permitan discernir con claridad el verdadero problema y encontrar las rutas posibles dentro del marco de “incertidumbres” en el que nos manejamos.


Como lo expresara JUAN BAUTISTA ALBERDI en el siglo pasado o RAYMOND AARON actualmente, el enfrentamiento está dado en una forma de exceso retórico de muchos que no se dirigen a la sociedad
para requerir su apoyo sino para apelar a horizontes utópicos o a hechos espectaculares traspasando el límite entre la pasión cívica moderada y la pasión ideológica que manipula a la ciudadanía con ilusiones proféticas.


El Sistema de Previsión comprende una complejidad de aspectos, entre los que se cuentan: jubilaciones, seguros de accidentes, desempleos, atención ante contingencias y desastres, salud, entre otros.


Dentro del Sistema de Previsión Social está la Salud, que debemos separarla del Sistema de Salud Pública del Estado, tal como está diseñada abarca a quienes forman parte del Sistema Previsional: jubilados,
impedidos, accidentes, atención a la ancianidad, rehabilitación, etc.


De la complejidad que significa la organización, administración, presupuestos, distribución de recursos, adquisición de equipos, conservación y mantenimiento de instalaciones, pagos de personal, etc. , en
este trabajo de opinión solo refiero un sólo aspecto: la financiación de la salud a los afiliados al sistema y el sistema de seguros privados, como recursos a quienes no integran el sistema del Estado o prefieran el sistema privado de ofertas .

¿QUIÉN FINANCIARÁ LA SALUD?


Se está conduciendo a los servicios médicos hacia las reglas del mercado. Hay estudios de factibilidad sobre áreas de crecimiento económico que indican que la salud es un “negocio” de alta rentabilidad
junto a la alimentación, sistemas de comunicaciones, electrónica, etc. Hay empresas que están ofreciendo “atractivas” y “tentadoras” ofertas de servicios que utilizan un sistema publicitario de “ofertas” que contradicen las reglas y normas del ejercicio médico.¿Por que? sería la pregunta, y es porque la alimentación y la salud son necesidades vitales del ser humano.

Ingresan al sistema de prestación de servicios médicos entes “financiadores” que aseguran que la “oferta” pueda cumplirse. Compañías de seguros, reaseguros y bancas financieras ven un mercado cautivo de
millones de personas aportando a sistemas de capitalización para financiar seguridad social cuyos aportes e intereses generados significan un capital nada despreciable para los sistemas operativos bancarios. Hoy,
presenciamos la fragilidad del sistema financiero que arrastrará indudablemente a quienes basaron su “confianza” en él.

Lo preocupante frente a esta realidad es que se fracturó la capacidad de ahorro de la sociedad, sus fondos de reserva frente a la contingencia (seguridad social) se han volatilizado, el crédito se restringe
con lo cual disminuye la inversión, los costos operativos aumentan, aumenta el precio del dinero y aumenta el nivel de pobreza.

Tenemos que sumar a este universo los costos en salud que se incrementan y tanto el subsector público como el subsector privado deben afrontar un nuevo conflicto: la inflación y las limitaciones para generar presupuestos viables y sostenidos en el tiempo.

El subsector público, verá una reducción de sus presupuestos con costos altos que se traducirá en la calidad de la prestación de servicios de atención médica y replanteo de los planes y proyectos en prevención de salud. Mientras, el subsector privado, se encontrará con una reducción de usuarios debido a las limitaciones que tendrá el financiamiento para la prestación de la atención en salud, costos operativos altos y dificultades burocráticas para obtener las divisas necesarias para afrontar equipamiento, insumos, mantenimiento, reposición tecnológica y sistemas operativos, entre otros.

En poco tiempo, el Poder Político se encontrará con una presión política y social de la comunidad en mínimas condiciones de subsistencia, con una falta de recursos para cubrir todos los requerimientos, con una burocracia ineficiente y vastos sectores de la misma que se desenvuelven en la corrupción protegidos por un sistema jurídico desactualizado y deficiente para imponer sanciones.

La caída del sistema financiero entre los años 2019-2022 arrastra a un Estado ineficiente para enfrentar la crisis al no prever proyectos de reservas que atenúen el déficit de la deuda interna y sin haber solucionado las necesidades básicas de la población en salud, alimentación, transporte, seguridad, infraestructura, seguridad social, etc.

Por si fuera poco, los profesionales del sector salud deberán enfrentarse a una sociedad que les exigirá su contribución al sostenimiento de un ejercicio profesional precario y, en general, con magras retribuciones
económicas (o ninguna) por la prestación de servicios médicos.

¿QUÉ DEBEMOS HACER?

Tendremos que plantearnos la necesidad de CREAR UN SISTEMA MÉDICO JUSTO, EQUITATIVO Y DE INGRESO UNIVERSAL, que abarque los sistemas públicos y privados, es decir, la salud del sistema
previsional del Estado, los sistemas de seguros médicos privados, los sistemas de atención mutual, etc. Entendiendo que, equitativo no es lo mismo que igual, equidad significa oportunidades para tener acceso a los factores que hacen posible que la gente pueda generar ciertos ingresos que le permitan alcanzar un nivel aceptable de bienestar y pueda elegir o decidir cuál es el que se adecúa a sus expectativas.

En el subsector público como el privado se deberán analizar y discutir cómo resolver las alternativas que se presentan frente a situaciones como estas:

  • Los medios y recursos serán múltiples, costosos y complicados.
  • Los recursos diagnósticos y terapéuticos serán cada vez más eficaces y más costosos.
  • El hombre necesitará cada vez mayor asistencia, será, por lo tanto, más débil y dependiente de los otros. El aumento de la longevidad y el decrecimiento de la población activa que aporta a los sistemas provisionales y de salud significará un desbalance en los presupuestos nacionales que verán una disminución importante en la atención médica cuya consciencia incidirán en honorarios profesionales, salarios, adquisición de fármacos, reposición de equipos, obras y mantenimiento de instalaciones, etc.
  • La relación entre sano y enfermo será cada vez más compleja y ambivalente.
  • Los servicios de atención médica, tanto públicos como privados, deberán enfrentar: cobertura, precio, condiciones de financiamiento.

En definitiva, resolver las necesidades de salud de la sociedad al menor precio y con la mayor calidad profesional. Los cambios y la “incertidumbre” son parte de la cotidianidad del mundo de hoy, la variabilidad externa hace impacto en las falacias que ya existían o en las definiciones imprecisas de una gama amplia de aspectos que deben ser afrontados sin dilaciones y con el coraje necesario cubrir la brecha entre la realidad y las expectativas para revertir la situación y condiciones que viven el sistema público de salud, el subsistema previsional y el subsistema privado de servicios médicos que, en definitiva, es la situación vital de la población como la de los profesionales del sector salud, es la increíble ola que nos acecha.

Dr. Vicente E. Guerrero
Médico egresado de la UNNE (Argentina).
Reválida; Universidad Centro Occidental (UCLA)(Venezuela).
Posgrado: Gerencia en Salud. Univ. De Yacambú ( Venezuela).
Editor de REVISTA MEDICA RAZETTI y revista TALIA (arte y literatura).
Email: vgbernabey@gmail.com

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