Por Sebastián Ezequiel Galeano
El presente artículo tratará un poco de lo que se puede esperar en términos macroeconómicos para nuestro país en los próximos meses; todo desde una metodología técnica y basada en los modelos teóricos de un libro de macroeconomía en particular, y de datos oficiales.
Sin embargo, espero que el lector entienda que será una lectura amena, con gráficos y pocos números, por lo que espero sea no solo lo suficientemente explicativo sino también sirva de entretenimiento para quien guste de esta lectura. Estableceremos proyecciones de algunos indicadores y agregados macroeconómicos, para conocer qué nos depara a los argentinos en el futuro.
Sobre el PBI Nominal
Figura 2 – Serie de tiempo PBI nominal si no hubiera cuarentena obligatoria (datos del primer trimestre 2020 proyectados)
Como podemos ver, de acuerdo a las estimaciones, dado el confinamiento obligatorio decretado por el gobierno, veríamos una caída acusada del PBI (lo cual es la cantidad que producen las personas de una economía); esto en términos nominales, lo que traducido al lenguaje coloquial significa una caída de la cantidad de bienes de la economía debido a una menor producción, aun tomando en cuenta el aumento sostenido y generalizado de los precios. A su vez, eso conlleva una caída del ingreso de cada persona (dado que nuestro ingreso se ve determinado por la capacidad de compra de quienes adquieren lo que producimos), provocando no solo una menor capacidad de consumo e inversión, sino también una disminución en la calidad de vida de las personas y un empobrecimiento generalizado. El número al que arribaremos realizando la estimación para el primer trimestre de 2020 es de $ 16.851.378 (ese número tenemos que multiplicarlo a su vez por 1.000.000, pero para simplificar los números omitimos ese cálculo), teniendo en cuenta que sin la cuarentena llegaríamos a estimar para el mismo trimestre $ 26.045.699 (misma aclaración), vemos una pérdida del PBI de -35,30 % en términos nominales; recordando que el PBI es la restricción presupuestaria de una economía, tenemos que eso significa una disminución en el consumo, inversión, exportaciones e importaciones, y una disminución del gasto público (este último componente requiere mayor explicación, dado que el gobierno decidió aumentar el gasto público, sin embargo escapa al objetivo de este artículo explicar cómo podría afectar al PBI).
¿Qué consecuencias conlleva esa pérdida del PBI? Además de lo anteriormente mencionado, aumentaran todos los precios de la economía, se producirá una catastrófica inflación como nunca antes vista, más adelante analizaremos modelos útiles para explicar este punto. Ahora bien, en términos reales el PBI demuestra lo complicado que tenemos el futuro.
Sobre el PBI Real
Figura 3 – Serie de tiempo PBI real con cuarentena obligatoria (datos 1º trimestre 2020 proyectados)
Figura 4 – Serie de tiempo PBI real sin cuarentena obligatoria (datos 1º trimestre 2020 proyectados)
La caída del PBI nominal, conlleva una caída del PBI real, lo que a su vez potencia la caída del PBI real que ya iba a existir sin el cierre de la economía. En este punto vale la aclaración de que el PBI real, limpia el efecto de los precios en la valuación de la producción; nosotros al tener inflación creciente necesitamos aún mayor cantidad de producción en términos nominales para decir que estamos creciendo “genuinamente”, cosa que no pasa desde 2011 aproximadamente, esto significa que el dinero circula en mayor cantidad y velocidad a medida que va pasando el tiempo al tener más cantidad de billetes (en términos técnicos de activos líquidos en la economía) frente a un aumento menor de los bienes por los cuales se intercambian esos billetes. En términos de números, el PBI real sin cierre iba a ser de $ 669.983 (misma aclaración para el tratamiento monetario del PBI, mencionado anteriormente) con el cierre veríamos una caída del PBI real a $ 431.533; lo que conlleva una pérdida real en términos económicos de – 35,30 % (vemos como este cálculo de datos es consistente con la caída del PBI en términos nominales, lo que nos asegura que la estimación es verosímil).
¿Qué efectos tiene para la economía la caída del PBI Real? En sí, la caída del PBI en términos nominales ya es una catástrofe, a veces la caída del PBI real se ve más atenuada dado que NO cae el PBI en términos nominales, en este caso hay “caída gemela” por lo que veremos una pérdida de competitividad frente al resto del mundo, cada vez necesitamos mayor cantidad de dinero para mantener cierto nivel de consumo y de bienestar y, al tratarse de destrucción de riqueza en términos reales, volver a los niveles de consumo y bienestar actuales va a costar mucho más tiempo que lo que nos costó llegar en un principio.
Modelizando la economía argentina
Anteriormente mencioné que existen una serie de “modelos útiles” que nos servirían para realizar proyecciones estimadas acerca de hacia dónde irá la economía en los próximos tiempos; en ese sentido me voy a basar en el libro de Olivier Blanchard “macroeconomía”, con aplicaciones para latinoamérica. La dinámica será la siguiente, voy a exponer el modelo con los datos de argentina, voy a explicar algunos supuestos que tiene el modelo específicamente, y a su vez voy a intentar “traducir” cada uno de los gráficos presentados para entender cómo repercute el resultado en nuestra vida cotidiana. Una aclaración importante, todo modelo es una simplificación de la realidad, eso no significa que no sean útiles, al contrario, para una muestra de ello invito a los lectores a buscarme en twitter y van a encontrar que armando modelos pude estimar los datos que el gobierno daría como oficiales y a su vez cuántos son los casos de contagio y muertes de coronavirus que podríamos esperar realmente, de hecho se utilizan modelos estadísticos en todas los procesos productivos incluso de cuestiones relacionadas a los fármacos, a la salud en general y demás. Toda nuestra vida moderna depende del uso de estadísticas; para otra explicación más técnica y profunda recomiendo al lector, en caso de interesarle, acuda a algún libro de estadísticas y probabilidad para despejar sus dudas.
Figura 5 – Equilibrio parcial del mercado de bienes con base en la serie sh_ofertaydemanda_0320 del INDEC
Este gráfico corresponde a la modelización de la demanda global de la economía argentina; en el mismo presentamos al ingreso de las personas (de ahora en más renta) en función del PBI (la renta depende de la capacidad de producción de la economía, la cual se representa como una recta de 45 º que significa que cada $ 1 de renta es producto de $ 1 de producción), el punto verde corresponde al equilibrio entre la “Demanda global” y la renta en el último trimestre del 2019; en ese punto es donde el mercado de bienes “se encuentra en equilibrio”, esto es, todo lo que se produce se gasta de algún modo (ya sea en consumo, inversión, gasto público, y exportaciones netas); el supuesto es que al largo plazo siempre la economía retorna a ese punto de equilibrio. Con el cierre de la economía, podemos esperar una contracción de la misma, representada por el punto rojo. Vemos como el PBI cae provocando una caída en la demanda global anteriormente mencionada. Los valores correspondientes son en el punto verde $ 26.045.699 y en el punto rojo $ 16.851.378; es decir los valores que mencionamos en el primer apartado.
Al respecto cabe hacer algunas menciones, vemos como la demanda global tampoco iba a aumentar mucho este trimestre con respecto al anterior, por lo que realmente era indistinto cualquiera de los dos puntos, lo cual tiene sentido trayendo a colación lo mencionado con respecto al PBI real anteriormente.
En el último tiempo no hubieron medidas solamente en términos del mercado de bienes, también hay que analizar que sucedió en el mercado monetario.
Figura 6 – Equilibrio parcial del mercado monetario, con base en estadísticas del BCRA
Al 31 de marzo, la Oferta monetaria (esto es la cantidad de moneda en poder del público), como vemos en el gráfico aumentó desde diciembre de 2019 a marzo de 2020, de $ 1.895.381 (en millones) a $ 2.292.083 (en millones). En el gráfico vemos una situación de equilibrio, la demanda monetaria es como su nombre lo indica, la necesidad de saldos monetarios de los agentes de la economía en términos de precaución (fondos a los que acudir por situaciones urgentes), en términos transaccionales (fondos a los que acudir para comprar bienes y servicios), y en términos especulativos (fondos a través de los cuales uno espera resguardar el valor del dinero y obtener ganancias). Al aumentar la oferta monetaria, la economía ajusta a través de una reducción de la tasa de interés para que de ese modo la gente “desee” tener todo el dinero que se volcó al mercado, que de inmediato puede gastarlo en lo que desee.
El equilibrio del mercado monetario no se desentiende del equilibrio del mercado de bienes, y es por esto que para entenderlo mejor, demostramos el modelo ISLM.
La curva IS, reúne la variación de la producción y demanda global en conjunto, extraído de la figura 5; y la curva LM reúne las situaciones de equilibrio del mercado monetario. Aquí vemos mejor como es la unión del mercado de bienes con el mercado financiero; una mayor liquidez, implica una mayor disponibilidad de fondos, siendo que hay más fondos uno puede acceder a ellos a una tasa de interés más baja, dado el aumento de la oferta de créditos al público. Cabe destacar que estos modelos son realizados en base a los datos actuales de la economía argentina.
Las relaciones que podemos extraer de la figura 7, es que al disminuir la tasa de interés podemos esperar un aumento de la producción o bien un aumento de la producción debería acompañarse de una disminución de la tasa de interés para asegurar el equilibrio en la economía.
El hecho de que disminuya la tasa de interés, provoca que se generen mayores alternativas de inversión o las ya existentes “se abaraten”, hay un acceso más barato a la prestación de fondos por lo que los proyectos se vuelven más rentables dado que ahora con esa tasa podemos pagar los costos que nos representa el pedir prestado esos fondos. Este aumento de la inversión, conlleva directamente un aumento de la producción (recordemos lo mencionado respecto de la demanda global). Por lo que podría parecer lógico y bondadoso que el estado emita, con la finalidad de disminuir la tasa de interés, sin embargo los modelos mencionados tienen un pequeño trasfondo. Por el momento en estos modelos no se recoge el efecto de la inflación, las tasas expresadas no son tasas reales sino nominales, esto significa que podríamos correr el riesgo de incluso perder si prestamos los fondos porque entendemos que es una alternativa viable (o podemos ganar si nos endeudamos, dado que el aumento de la inflación y el paso del tiempo harían que la deuda se vuelva pagable; sin embargo esta no es una recomendación a reventar la tarjeta de crédito con el “ahora 12” y adquirir electrodomésticos… O sí).
Ahora bien, ¿qué implicaciones tiene ese aumento de la liquidez en la economía y más en una economía cerrada como la nuestra? La respuesta la podemos extraer de los siguientes modelos, los cuales recogen las implicancias de precios en la economía toda.
Este modelo nos demuestra porque no hay que aumentar la liquidez del mercado monetario en esta situación. Dado que la producción de la economía se reduce por el cierre, podemos ver en el punto azul de la figura 8 el PBI, en esa situación tanto la oferta agregada de la economía (posteriormente detallaremos de qué se compone esto), y la demanda agregada (el equilibrio conjunto del mercado de bienes y monetario), están en equilibrio. Ese punto (técnicamente llamando “producción natural”) es donde se encontraría la economía con un nivel de precios “estable”. Si hay un aumento de la liquidez, vemos una disminución de la tasa de interés, (que produce los efectos del anterior párrafo), lo cual se traduce en el punto gris de la figura 8, (vemos como la demanda agregada se desplaza del punto azul al punto gris). En el punto gris vemos un aumento tanto de la producción como el nivel de precios (con otro modelo podremos explicar porqué se produce esto y qué consecuencias tiene), sin embargo ese aumento de la producción es ilusorio, (y este es la punta de lanza que demuestra la neutralidad del dinero y la naturaleza monetaria de la inflación de Friedman), dado que la Oferta agregada tenderá a retornar al nivel de producción natural, es decir el punto verde. En ese último punto tenemos la misma producción anterior con un nivel de precios mayor que el que teníamos sin aumentar la oferta monetaria. Ahora bien, ¿qué implica ese desplazamiento de la oferta agregada? Uno de los últimos modelos, el de equilibrio en el mercado de trabajo.
Este modelo contiene algunos supuestos fuertes, por un lado que el salario real (la cantidad de bienes y servicios que podemos comprar con nuestro dinero) depende en gran medida de la tasa de desempleo de la economía. El mercado de trabajo dada una cantidad de producción determina una tasa de desempleo; sin embargo el aumento de la producción debido a la disminución de la tasa de interés, provoca una disminución del desempleo, esa disminución del desempleo da más poder a los empleados quienes, viendo que tienen más ofertas de trabajo por las cuales optar tienden a requerir aumentos salariales, esto es, las empresas pierden poder de negociación frente a los sindicatos quienes siempre buscan mayores salarios (o casi siempre, porque la CGT anunció en el último tiempo que aceptará una paritaria menor a la que correspondería), esta relación se recoge en la ecuación salarios. Sin embargo, como la estructura de costos de las empresas no son similares, en el largo plazo ese aumento de salarios provocará una quiebra de aquellas empresas que en el margen son más ineficientes, produciendo una disminución posterior de la producción. Como disminuye la cantidad de bienes de la economía, que enfrenta una invariable demanda (aunque dado el aumento de los salarios momentáneo podemos incluso suponer que aumentará la demanda general de bienes), los precios de la economía tienden a subir, efecto recogido por la ecuación de precios en la figura 9. Lo anterior hace que en el largo plazo vuelva a disminuir, el salario real, y vuelva a aumentar el desempleo, (que en el mejor de los casos vuelve a la misma tasa de desempleo de la cual partió, la cual en el tercer trimestre de 2019 dio 8,9 %) lo que traduce en una disminución mayor de la producción dado que la producción de la economía requiere tanto capital como trabajo para ser generada; podemos ver los efectos acudiendo al punto verde de la figura 8, donde vemos que al nivel de producción anterior tenemos ahora un mayor nivel de precios que sin dar mayor liquidez al mercado monetario.
Conclusión
Más allá de todo color político, ideología o perspectiva tenemos que entender que el dilema de “salud o economía” conlleva un costo de oportunidad. Como ciudadanía tenemos que entender que el futuro que nos espera es muy negro, que las pérdidas en términos de empleo, de aumento de pobreza y de productividad van a repercutir en el futuro, se destruirá mucha riqueza en el último tiempo. La riqueza es como la confianza, cuesta mucho recuperarla una vez se destruye.
Por lo que tenemos que entender que si vamos a aceptar las pérdidas expresadas en todo este artículo, tenemos que pedir a nuestros políticos que no nos mientan; nadie puede creer que los números del gobierno (respecto a contagios y muertes por el coronavirus) son reales, incluso el mismo gobierno salió a admitir que los números oficiales son a causa del sub registro. Tenemos que exigir a nuestros políticos que se reduzcan el gasto público con la consecuente disminución de impuestos (el gasto político en sueldos de la administración nacional no es una suma ínfima, es gran parte del monto de recaudación de impuestos en comparación), esa disminución de impuestos servirían para paliar la situación del parate de producción de muchas empresas y podrían ayudar a mantener el tejido productivo hasta que termine la cuarentena, y no destruir todo el capital. No podemos permitir que los gobiernos exijan a los productores de riqueza resguardarse de una amenaza natural, cuando aquellos que solo son fuente de consumo (y por distintos motivos no pueden producir) no cumplen la misma condición. Siquiera podemos pretender resguardar a los productores de riqueza por mucho tiempo más, hoy este es el diagnóstico que se puede hacer sin embargo a medida que pasa el tiempo, más es lo que vamos perdiendo de riqueza.
Anteriormente le escribí a aquellos autopercibidos como liberales, este artículo va dirigido a las personas de a pie, a estudiantes, desempleados, empleados, y a todos aquellos que como yo realmente no queremos alejarnos del país por la difícil decisión que eso implica. Necesitamos en estos tiempos que no se cometan errores ni nos mientan. Solo espero que si este artículo llega a las manos de alguien piense en su futuro y el de su familia.
Como última reflexión, cuando todo esto pase, y la consiguiente destrucción de riqueza salga a la luz, no será barato salir del país para progresar y poder mantenerse; solo quedaríamos encerrados en nuestro propio laberinto del cual será muy costoso salir.
Sebastián Ezequiel Galeano
Estudiante de Lic. En Administración
Colaborador del Club de la Libertad