Un grupo de creyentes en el liberalismo está a punto de crear su Arcadia feliz en Estados Unidos

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Ni Liberland, ni Singapur, ni Sealand. El paraíso de los amantes del liberalismo está en construcción en la costa este de Estados Unidos, en New Hampshire, donde un grupo de ultraliberales está a punto de lograr su objetivo de atraer a más de 20.000 personas para conseguir dominar el legislativo estatal.

¿Cree que los adultos tienen el derecho a tomar sus propias decisiones sobre sus propias vidas? ¿Quiere vivir en un lugar donde los adultos son tratados como adultos? ¿Donde sus derechos serán respetados, siempre que respete los derechos de los demás?

Si ha contestado que sí a alguna de las anteriores preguntas, quizá el Free State Project sea para usted. Se trata de una campaña iniciada por hace más de una década por un fanático de la libertad con ideas simples y atractivas: si los mormones o los amish pudieron fundar sus comunidades soñadas en la tierra de la libertad, ¿por qué los liberales no iban a hacer lo mismo?

Así que Jason Sorens y su creciente número de seguidores se pusieron manos a la obra. El objetivo era formar su propio espacio político, hasta llegar a la secesión de Estados Unidos. Pero como hace ya tiempo que no queda tierra de nativos americanos por ocupar entre el río Ohio y las Rocosas, adaptaron el plan a los tiempos.

Su objetivo era así conseguir concentrar a suficiente población en una circunscripción electoral lo bastante pequeña como para que 20.000 votos permitiesen inclinar la balanza a favor de los defensores de cuestiones tan variopintas como eliminar impuestos o el matrimonio Gay. Y eligieron New Hamsphire.

Lanzaron entonces una campaña en la que buscan a norteamericanos comprometidos con la lucha contra el intervencionismo estatal que se comprometan a mudarse a New Hampshire, para convertir sus ideales en votos que acaben en un legislativo estatal que de todas formas ya era poco dado a la redistribución de rentas.

Claro que sus organizadores dejan claro que no son un partido político, sino una «organización educativa». Su tarea es sólo la de suministrar con votantes a las filas de los candidatos liberales, sean quienes sean.

El porcentaje de fieles liberales que se han mudado o piensan hacerlo llega ya al 93% de las dos decenas de millares necesarias, gracias en buena medida a la publicidad que sus promotores están realizando en Facebook (en diciembre era del 90%, tras más de diez años de campaña), así que bastaría con el apoyo de 1.400 estadounidenses más para que, en la fiesta anual que los amigos del liberalismo realizan cada mes de junio, se pueda quizá declarar el nacimiento de la primera nación de liberales del planeta.

 

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