Donald Trump, 4 años de progreso y toda una generación que despertó

En este momento estás viendo Donald Trump, 4 años de progreso y toda una generación que despertó

Por Bryan Albariño (*)

Puedes odiarlo o puedes amarlo, cualquiera de ambos polos en el que te encuentres, te hallarás con números que te agraden o que estorben tu cosmovisión respecto del 45° presidente de la historia de los Estados Unidos de América. Un señor al que muy pocos tomaban en serio, logró posicionarse como favorito entre los republicanos desde el primer día; derrotó a todos sus contrincantes dentro de su partido, contrincantes considerados como “los mejores de una generación”. Luego, su nominación llevó a enfrentarlo con quien sería “la favorita” en las encuestas según la mayoría de los medios estadounidenses, ya que era quien “tenía todas las de ganar. Estamos hablando, por supuesto, de Hillary Clinton, cónyuge del expresidente Bill Clinton (1993–2001). Finalmente el magnate neoyorkino lideró la Casa Blanca desde el 20 de enero de 2017 tras una apabullante victoria en los colegios electorales de 306 contra 232, mismo resultado con el que fue “derrotado” por el presidente electo Joe Biden; obviamente si dejo en este artículo fotos, vídeos, artículos o escrito alguno en relación al presunto fraude, no podrán continuar leyendo esto.

“Uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde”, esta fue la reflexión que el magnate neoyorquino convertido en el presidente número 45 de los Estados Unidos de América dejó en su último día de gobierno.

Puede no gustarte Trump, puedes odiarlo o amarlo. Más allá de esta cuestión individual de cada uno, estés de un lado o del otro, no podrás negar los increíbles números de este señor al mando del país más poderoso del planeta en apenas 4 años de liderazgo, hablamos en términos de economía, pacificación en Medio Oriente, empleos, libertad religiosa, inmigración y sobre todo el combate librado tanto a nivel nacional como continental contra el corrupto establishment y la corrección política.

De acuerdo con datos de la BBC, bajo la administración del magnate convertido en político se ha deportado menos de medio millón de personas, a diferencia de su predecesor Barack Obama, quien deportó a más de tres millones. Cabe destacar que en 2017, con ambas cámaras de mayoría republicana, logró una aprobación histórica para una reforma fiscal que no se hizo desde la época de Ronald Reagan (1981-1989), entre las cuales, una de sus medidas fue precisamente la reducción drástica de impuestos, entre ellos el impuesto a las sociedades del 37% al 22%. Además, se convirtió en el primer presidente norteamericano en pisar suelo norcoreano en busca de la desnuclearización de la península comunista asiática y avanzar en términos de paz. Logró firmar tratados de paz en medio oriente entre el Estado de Israel con Bahréin, Sudán, Emiratos Árabes, etc. Demostró su compromiso con la defensa de la primera y segunda enmienda, la libertad de credo y el libre porte de armas respectivamente. Y un conglomerado de acciones políticas más en términos bélicos, económicos y sociales, entre ellos contra movimientos terroristas y supremacistas como Antifa y BLM que han puesto en riesgo la seguridad nacional de cada estadounidense en nombre de la “libertad y equidad”.

Este hombre, para bien o para mal, despertó́ a una generación entera de individuos políticamente incorrectos alrededor de todo el continente, una partida inmensa de jóvenes y adultos, hombres y mujeres de bien que nunca más volverán a cerrar la boca ante todo lo que se avecina hacia nuestra civilización. Se nos va un gran hombre que llegó a la Casa Blanca como un offside antisistema y retorna a New York con un legado sin precedentes en la historia reciente de Estados Unidos y el mundo. Y, sin lugar a dudas, nunca los latinos se han sentido tan representados en la figura de un presidente como lo han sido con Trump. Hoy, y cada día que pasa, resuenan en nuestras pantallas móviles, redes sociales y, en algunos casos, en televisión y medios tradicionales, voces políticamente incorrectas que cada vez tienen menos miedo de desafiar al corrompido sistema político y social que pretende socavar y estropear todas y cada una de las bases de la civilización occidental que, a su vez, dio pie y forma a la mejor cultura y forma de vida altamente civilizada que hayamos tenido alguna vez como seres humanos, incluso con todas sus imperfecciones, por supuesto, ni que fuéramos seres divinos infalibles, pero allí estamos y continuaremos librando la batalla hasta el último segundo con vida y libertad. Donald Trump, 4 años de progreso y toda una generación que despertó.

(*) Bryan Albariño

Comunicador de Radio, Columnista en LDD y Creador de Contenidos

Estudiante de arquitectura

Deja una respuesta