Una nueva semejanza con el tan chapado a la antigua y recordado Muro de Berlín que dividió al país germano en dos mitades. Pero algunas veces es necesario recordar, y como dice la frase: “aquel que no conoce su historia, está condenado a repetirla”.

En la segunda mitad del corriente año, en la ciudad de Corrientes se ha generado un aire de disconformidad y cansancio debido a las medidas tomadas por el Gobierno de la ciudad, más en concreto por el cobro del hisopado en el Puente General Belgrano para poder cruzar hacia el Chaco o viceversa, con la supuesta finalidad de poder controlar los casos provenientes de otras provincias y poder “trazar el camino de contagio”.

El valor de este hisopado es de un total de cinco mil quinientos pesos, y no sólo el coste del mismo es lo que despertó el descontento de los ciudadanos, tantos correntinos como chaqueños, siendo que es más del doble de lo que cuesta realizárselo en algún centro de salud privado, siendo este cobro solamente para fines recaudatorios y no sanitarios. Así mismo, las constantes injusticias y malos manejos de información que había a la hora de poder sacar los respectivos permisos para cruzar hacia la ciudad de Resistencia, ya sea que se tarda en obtener la aprobación en el control a la hora de bajar del puente o no se reconoce el hisopado realizado en otro lugar que no haya sido allí.

Hubo otros factores que desembocaron en estas protestas a la bajada del puente, como se ha dicho que no solo no reconocían el hisopado realizado en otro lugar, habría que decir también que muchas personas se quejaban debido a que, al momento de pagar para ser testeados, no se lo realizaban, o si lo hacían no les era entregado el resultado y al llamar para exigirlo, la respuesta era que no había ningún registro del test a su nombre.

Con esta medida, el Gobierno de Corrientes no solo está violando los artículos 14, 28 y 29 de la Constitución Nacional Argentina, que hacen referencia, el primero a permanecer, “transitar y salir del territorio argentino”. El segundo a que “los principios, garantías y derechos reconocidos en los anteriores artículos, no podrán ser alterados por las leyes que reglamenten su ejercicio” ni que “El congreso pueda otorgar facultades extraordinarias a los gobernadores de las provincias”.

La excusa de querer cuidar a las personas y reducir los números de contagios está llevando a adoptar al Gobierno de Corrientes una serie de medidas que, con el paso del tiempo, fueron demostrando que no tenían ni el más mínimo sentido, porque al fin y al cabo ha pasado todo lo contrario y terminó por salirse el tiro por la culata.

Franco Exequiel Romero

Encargado de redacciones e integrante del equipo de Homenajes del Club de la Libertad