La Injusta “Justica Social”

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Por: Santiago Medina Romero (*)

El economista Friedrich August von Hayek (1899-1992) antagoniza el uso del

concepto de “Justicia Social” y propone eliminarlo de la teoría social, al reconocer su peligro cuando sirve de justificación a los regímenes más atroces, como ha sucedido en varios gobiernos autoritarios y dictatoriales modernos. Además, afirma que constituye una imposibilidad si se considera la naturaleza del conocimiento en economía y las posibilidades de esta disciplina como ciencia social subjetiva (cfr. Hayek, 1976, p. 66).

Pero, ¿qué es en realidad la justicia social y por qué es injusta?

Justicia social es uno de los conceptos más utilizados por varios sectores izquierdistas, ya que para la izquierda es un acto justo la repartición íntegra y equitativa de la riqueza y bienes necesarios para el desenvolvimiento de una persona en la sociedad. Pero si vemos con profundidad y a la luz de los resultados, la conclusión sería otra. En realidad, se trata de una promesa vacía de campañas electorales; una excusa del poder para justificar cualquier intervención política en la vida y en las propiedades de los ciudadanos. Debemos tener algo claro, el que exista una norma legal, no significa necesariamente que su contenido sea bueno.

La redistribución de la riqueza alimenta al individuo resentido, ya que estimula que un grupo reciba sin esfuerzo, sin trabajar, sin merecerlo y a costa de un tercero; fomentando el fortalecimiento del paternalismo estatal, en el cual a cambio de votos, se acostumbra a la gente a exigir sus derechos “gratuitos”, para que esa supuesta gratuidad la termine pagando la ciudadanía y los sectores productivos; pero llevándose los aplausos los políticos, mientras van generando un pueblo inactivo y exigente, y un país inundado de impuestos, débil e incompetente. Consecuentemente, esto originaría una clase de sociedad que en todos sus rasgos básicos sería opuesta a la sociedad libre, en la cual, la autoridad decidiría lo que el individuo tendría que hacer y cómo hacerlo.

El que aterriza en el erróneo concepto de justicia “social” como un logro equitativo, benefactor y distributivo, cae en una creencia primitiva, un resentimiento envidioso que proclama que todo ingreso logrado en el libre mercado, en un sistema descentralizado de decisiones basado en acuerdos e intercambios libres y voluntarios, sería injusto de una u otra forma.

No está demás recalcar que la mayoría de personas partidarias de la justicia social, piensan que el capitalismo es fuente de todo mal para el trabajador y que persigue su explotación pagando bajos salarios para enriquecer al “capitalista”. Lo cierto es que la evidencia empírica demuestra que es todo lo contrario, en los países más capitalistas los trabajadores disfrutan de salarios, en paridad de compra de poder adquisitivo, más altos de todo el planetaHong Kong (31.824 dólares dólares), Singapur (58.333 dólares), Nueva Zelanda (40.043 dólares), Suiza (62.283 dólares), Australia (49.136 dólares) e Irlanda (47.653 dólares).

Uno de los beneficios del sistema económico capitalista para una población mundial que está creciendo desmesuradamente es el gran escape de la pobreza. Los derechos individuales iguales para todos permiten que cada persona haga uso de sus capacidades únicas para superarse a sí misma, pero dan lugar a mejoras materiales para un número creciente de personas. Las diferencias materiales entre las personas y los contrastes entre la riqueza y la pobreza son cada vez menores: todas las personas llevan unas vidas más cómodas y tienen más oportunidades.

En definitiva, no sólo la justicia social es injusta, sino que además conduce a un modelo totalitario, estatista y represivo. Lo único que sí es justo, es respetar el esfuerzo legítimo e individual del ciudadano, velando por una sociedad en lo posible sin privilegios, con igualdad ante la ley, y con igualdad de oportunidades. La riqueza se la crea (más oro ha salido de la mente humana en libertad, que de las minas más ricas) y no se la roba al que más produce; ya que la verdadera justicia social es dar a cada quien lo que le corresponde, en función de su esfuerzo.

(*) Santiago Medina Romero

Escritor, analista y conferencista político.

Estudiante de la Universidad Nacional de Loja.

Columnista y articulista libertario de varios medios de comunicación y fiel defensor de las ideas de la libertad.

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