El Coronavirus, herramienta de sumisión del Gobierno

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Por: Guillermo Daniel Sánchez (*)

Tras conocerse las para nada nuevas medidas impuestas por el presidente Alberto Fernández, cuesta creer que desde su gabinete de “científicos” no tienen otra propuesta que no sean las restricciones y el encierro.

Después de un año de haber anunciado la cuarentena tipo fase 1 donde se encerraba a una población entera y sobre todo sana, las cosas no han mejorado; la cuarentena o, “cuareterna” como muchos decidimos llamarla, nunca se ha levantado oficialmente. El gobierno no tiene la capacidad o el coraje para decidir levantar oficialmente la medida establecida.

Desde el gobierno nacional tuvieron un año para cambiar la realidad del país con respecto a la situación sanitaria en la que nos encontrábamos al comienzo, pero no lo hicieron, prometieron y no cumplieron, moneda corriente en el político argento, nada para sorprenderse.

Estamos ante una situación nunca antes vista, y no hablo sobre las estadísticas de muertes ni contagios del covid-19, sabemos que para los medios de comunicación y el gobierno de turno inventar números nunca fue visto como un problema. Estoy hablando precisamente de que estamos a sólo una decisión de convertirnos en esclavos totales. En uno de sus últimos anuncios, Alberto Fernández dijo que enviará un proyecto de ley al Congreso de la Nación para que, en función de criterios científicos claros y precisos, se faculte al presidente de la Nación y a los gobernadores a tomar restricciones y medidas de cuidado durante esta situación excepcional, un proyecto de ley totalmente inconstitucional. Es increíble que siendo profesor de derecho en la UBA actúe como si no lo supiera,  ya que según la CN actos de esta naturaleza llevan consigo una nulidad insanable, y sujetarán a los que los formulen, consientan o firmen, a la responsabilidad y pena de los infames traidores a la patria.

Hoy nuevamente se habla de volver a encerrar a la población, como si el haberlo hecho haya arrojado resultados positivos. El encierro no ha hecho más que empobrecer a la población y fundir las PyMES que venían apenas subsistiendo del gobierno precedente. En un artículo anterior hablé sobre la desconexión que tienen nuestros dirigentes políticos para con el pueblo (La Argentina Paralela), ¿es que no se dan cuenta que el encierro no es y jamás fue una alternativa a la solución?

Mientras el resto del mundo comienza a volver a la normalidad, hoy los argentinos tendríamos que estar hablando de porcentajes de vacunación a nivel nacional, altos porcentajes que no se han registrado, que no existen. Hoy tendríamos que estar hablando de una vacunación masiva, desde adultos hasta los más jóvenes, suponiendo que los esenciales, salud, seguridad y educación ya fueron vacunados en su totalidad, tampoco se ha hecho; hoy estamos hablando de vacunas que van a ser destinadas a movimientos sociales, en otras palabras, piqueteros, el gran negocio del gobierno nacional. ¿Dónde quedaron las promesas de las 10 millones de personas vacunadas en enero y febrero?

Tuvimos la mala suerte, la desgracia de que la pandemia nos haya tocado con el kirchnerismo al frente, y no es el kirchnerismo que conocíamos, estos tienen un objetivo principal, van por todo, ya lo decía la jefa de la banda “vamos por todo”, tienen sed de venganza. Llegaron al poder solamente para buscar impunidad mediante la justicia, para asegurarle la libertad a todos aquellos que habían cometido delitos de corrupción y se encontraban pagando su deuda tras las rejas. Ya lo decía Juan Domingo Perón: «Al amigotodo; al enemigoni justicia«, así las cosas, hoy.

Volviendo al proyecto de ley que Alberto Fernández pretende enviar al Congreso de la Nación y suponiendo que este logre tener los resultados que quiere, estaríamos en una situación sin retorno, donde a mi parecer se presentan dos únicas alternativas, la primera es que sería el fin del kirchnerismo derrotado por un pueblo que despierta repentinamente, o el comienzo de una nueva Venezuela en Sudamérica.

Como pueblo y ciudadanos, hoy nos encontramos solos, porque los que están en el Congreso en nombre de la “oposición”, no están haciendo nada para frenar estas medidas nefastas que toma el oficialismo. En años anteriores vimos como los peronistas/kirchneristas se adueñaban de las calles, hoy las perdieron. El pueblo se ha levantado en varias ocasiones, y lo hará de nuevo si es necesario, solo faltaría que la oposición en el congreso también lo haga. Aún estamos a tiempo de frenar esta locura, tenemos que luchar por la libertad, hoy, mañana y siempre.

(*) Guillermo Daniel Sánchez

Estudiante del profesorado en Biología

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