El ascenso del liberalismo en EE.UU.
El liberalismo(**) en los Estados Unidos está molestando a un montón de gente. ¿Por qué molesta tanto? Bueno, si te das cuenta de que una visión alternativa del mundo está ganando adeptos mientras que la tuya los está perdiendo: atacá, atacá y atacá. Estratégicamente, es probablemente inteligente.
Cuando Jane Mayer escribió ese escrache desprolijo para The New Yorker en contra de los hermanos Koch hace unos años, era mucho más estratégico que personal: los Koch donan dinero a organizaciones que no están de acuerdo con ella en un montón de cosas. Si querés debilitar a esos grupos, satanizá a los financistas por todos los medios necesarios para volver tóxicas sus donaciones.
Bien jugado. El problema más grande para los mal llamados “progresistas”, en todo caso, es que el liberalismo clásico ha crecido mucho más que el dinero de cualquier multimillonario, así que tienen que hacer todavía más para matar al movimiento. Eso significa, cuando menos, recurrir a los colmos de la deshonestidad intelectual. ¿Pueden desprestigiar al movimiento?
En un reciente artículo del New York Times sobre el perfil de Rand Paul, Sam Tanenhaus y Jim Rutenberg escriben que los liberales son un grupo de “activistas anti-impuestos y manifestantes anti-guerra, miembros de la John Birch Society, y creyentes de teorías de conspiración que sospechan de la mano del gobierno en los ataques terroristas de 2001″. ¿Por qué el Times no describe a personajes como el columnista del Times Tyler Cowen, el Premio Nobel Vernon Smith, el CEO de Whole Foods John Mackey, o el inversionista Peter Thiel? Eso no es parte de su narrativa.
